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Benita Galeana recordaba especialmente al muchachito José Revueltas. …Una tarde iba con prisa, mezcalera y contenta, hacia su célula, cuando la jalo de la enagua un muchachito muy nerviosos como de poquitos años: -Quiero entrar al Partido Comunista. -¿Tú? Pero si eres un chamaco, todavía ni a las Juventudes Comunistas puedes entrar. Cuando cumplas dieciséis, entonces si. -Compañera Benita, por favor, yo ya estoy listo para la lucha. Insistió, se le llenaron los labios de saliva por los lados acabó llorando. Lo habían corrido de su casa, no tenia adonde ir. -¿Por qué te corrieron de tu casa? -Quesque por vago. No soy vago. Leo, estudio, ellos son los que no me entienden. -Lo que sí, si eres muy orejón, muy metiche. Benita se lo llevó y le dio de cenar. Revueltas se quedó allí de arrimado varios días que se convirtieron en semanas y luego meses, y todos esos días, el niño se mantuvo insiste e insiste que su carnet, y que cuándo le daban su carnet, y dale y dale con el carnet, total, paso un año, el niño escuche y escuche con sus orejotas que le papoloteban y sus ojillos fijos, atentos, hasta que una noche, cuando Benita estaba preparando una bombas de tinta roja para irlas a tirar a la Embajada Norteamericana, le dijo al niño: -Ahorita mismo ponte a ayudarnos a lavar las botellas. -¿Qué van hacer con las botellas? -Tu lávalas primero, y luego las llenas con estos papeles. -¿Y luego? -Luego les vacías la tinta adentro y las tapas muy bien. -¿Pa’ qué son? -¡OH muchachito, tú obedece, y calla, ándale, no estés jodiendo! -¿Y luego? -Vamos a meterlas todas en una bolsa de yute y, cuando oscurezca salimos. -¿Adonde? -A donde se nos pegue la gana. -¿Me va a llevar? -Claro que no, esto es cosa de hombres. ¡Y que se pone a llorar el fregado muchacho! -Cállate, ni así te vamos a llevar. El muy abusado siguió al grupo encabezado por Benita cuando salieron al crepúsculo, y tras ellos llegó a la avenida Juárez. Los alcanzo y ya no se separó de Benita en toda la santa noche. Cuando vio que tiraban bombas dijo “Yo también quiero”. Condenado muchacho meón. Frente a la embajada, le dio una bomba al chamaquito Pepe: -Apunta bien y tírala. José Revueltas la aventó a las mil maravillas y se echaron a correr perseguidos por la policía. Ya lejos, casi sin respiración, el fregado muchacho le dijo: -Ahora si, compañera. ¿Me van a dar mi carnet? -Tienes buena puntería, pero esa no es razón suficiente. -Yo quiero mi carnet. -La verdad es que también corriste como alma que lleva el diablo. Pero ni siquiera esperaste a que se nos pasara el susto para andar de pedigüeño. -Compañera, es justo que me den lo que lo que merezco. -No tienes edad. Benita vio que el muchacho sufría mucho por no tener carnet: Sufría de a de veras, había repartido volantes, hecho pegas, corrido riesgos. Tenía un año de andar parado afuera de la célula, un año cumpliendo bien con todas las comisiones. Así es que la célula lo mando llamar: -José, ya perteneces a las Juventudes Comunistas.
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Cuantas veces, …La elección amorosa es imposible en nuestra sociedad…debe aceptarse que el matrimonio no constituye la más alta realización del amor, sino que es una forma jurídica, social y económica, que posee fines diversos a los del amor… ¿Que el terremoto de Haití En Música y Letras no podemos tomar una postura de negación o afirmación de la existencia de Paranoia o “Conspiraciones”, pero creemos que es nuestra obligación cuando menos compartir información que vayamos encontrando... |
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